El Diario | 12-11-2010 | 00:34
Por falta de pruebas del Ministerio Público, dos hombres acusados de secuestro agravado, asociación delictuosa, posesión de vehículo robado y lesiones, fueron vinculados a proceso sólo por este último delito.
La defensora de los acusados, Alma Delia Nájera, explicó que durante la audiencia de vinculación las pruebas aportadas por las fiscales Adriana Martínez Rojas García, Dalila Muñoz Jiménez y Joryana Martínez Martínez, no fueron suficientes para demostrar la culpabilidad de sus defendidos en tres de los delitos, por lo que fueron absueltos.
Agregó que Carlos Eduardo Arzabal Pascual, de 24 años, y Carlos Eduardo García Rivera, de 22, serán procesados sólo por el delito de lesiones cometidas en perjuicio de un menor de 15 años el pasado 31 de octubre, determinó la juez Yazel Iradiel Villanueva.
De acuerdo con el relato de los hechos incluido en la carpeta de investigación del caso con número de causa 1547/09, los acusados fueron detenidos en una vivienda de la colonia Lomas del Valle, tras una denuncia anónima.
Vecinos del lugar reportaron haber escuchado detonaciones de arma de fuego y se percataron de la presencia de un menor herido. Cuando llegaban al sector mencionado en la denuncia, los agentes de la Policía Federal notaron una camioneta gris en la que había varios hombres armados, quienes al ver a los elementos pretendieron darse a la fuga corriendo a refugiarse en un domicilio.
Cuando los agentes llegaron a la vivienda marcada con el número 2620-31 de la calle Valle Varosa, donde los vecinos denunciaron haber escuchado gritos y golpes, se encontraron en el interior a cuatro hombres armados.
Uno de los hombres era Carlos Eduardo García Rivera, a quien se le hallaron en la bolsa derecha de su bermuda 33 envoltorios color naranja con cocaína y en la bolsa izquierda mariguana, así como un cuchillo de 20 centímetros a la altura de la cintura.
Asimismo, Arzabal Pascual fue encontrado empuñando un arma AK-47, conocida como cuerno de chivo, abastecida con un solo cartucho. Las otras dos personas en la vivienda eran menores de edad.
En el domicilio también fue localizado otro menor que presuntamente había sido plagiado por los detenidos, quien estaba amarrado de pies y manos sobre un colchón, herido en el pie izquierdo y envuelto con una chamarra gris que tenía manchas de sangre.
El menor presentaba también quemaduras y al momento de ser rescatado por las autoridades identificó a los detenidos como las personas que lo habían secuestrado. La víctima señaló a Arzabal Pascual como quien lo torturó haciéndole una cortada en el pie izquierdo y golpeándolo en diversas partes del cuerpo.
A su vez, la víctima también informó a los agentes que escuchó a sus plagiarios decir que habían robado la camioneta Mercury Villager gris sin placas de circulación en la que lo “levantaron” y la cual contaba con reporte de hurto del 30 de octubre.
De acuerdo con la Policía Federal, el incumplimiento del pago por la venta de agua celeste fue el móvil de la privación de la libertad del menor de 15 años, quien fue rescatado el pasado 31 de octubre.
Carlos Eduardo Arzabal Pascual, de 24 años, y Carlos Eduardo García Rivera, de 22, fueron consignados inicialmente ante un juez de Distrito por los delitos de posesión ilegal de armas de fuego y delitos contra salud, así como también los dos menores de edad, arrestados en el operativo realizado por la Policía Federal.
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