Ejecutan a empleados de Aduana; aseguran son presiones del narco

Staff El Diario | 23-06-2010 | 23:36 | Local

Tras el asesinato de un integrante del cuerpo de Operadores de Comercio Exterior (OCE) ocurrido el pasado fin de semana a espaldas de las instalaciones de la Feria, en las cercanías del Puente Libre, personal de la Aduana Fronteriza denunció presiones del crimen organizado para que se le siga permitiendo el contrabando de armas y otras mercancías. El cadáver del funcionario fue localizado el domingo a las 9 de la noche en el interior de una minivan blanca, y presentaba huellas de severa tortura. Permaneció en calidad de desconocido hasta que el martes por la tarde sus compañeros lo identificaron en las instalaciones del Servicio Médico Forense (Semefo) como Guillermo Sandoval García. Sandoval es el segundo funcionario del Servicio de Administración Tributaria (SAT) que es asesinado en menos de un mes. La víctima formaba parte de los OCEs, que en agosto del año pasado sustituyeron a los agentes de la Policía Fiscal, desaparecida porque se descubrió que en la mayoría de las investigaciones sobre asuntos de contrabando o delincuencia organizada en las aduanas sus elementos estaban involucrados, según trascendió. Sin embargo, la complicidad con grupos del crimen organizado continuó con los OCEs, implicando al nuevo personal a través de ofrecimientos de dinero o con amenazas, de acuerdo con testimonios que presentaron empleados de la Aduana a El Diario. “Algunos que no quisieron entrarle a los actos de corrupción mejor renunciaron y en este momento no existe uno solo que no le entre a las cuotas establecidas en los diferentes puntos”, refirió uno de los funcionarios que denunció irregularidades en la Aduana de Ciudad Juárez. La muerte de Sandoval García tiene que ver con las actividades en las que se involucró el nuevo personal, tanto en el Puente Libre como en el de Zaragoza y en las garitas del kilómetro 72 de la carretera Panamericana, indicaron los informantes bajo la condición de que sus identidades no fueran reveladas. Antes, el pasado 11 de junio, fue localizado el cuerpo sin vida de Francisco Javier Guerrero de Anda de 40 años, jefe del área de Recursos Humanos del SAT. Los agentes de la Unidad Especializada en la Escena del Crimen acudieron frente a un domicilio ubicado en la calle Portal de la Tierra número 8420 de la colonia Roma, ya que fue reportada la presencia de un cadáver. El cuerpo sin vida estaba boca abajo en el interior de la casa y presentó como huellas de violencia varios golpes contusos en la cabeza y en el pómulo derecho. En forma similar fue localizado el domingo pasado a las 9 de la noche el cuerpo de Guillermo Sandoval García, quien de acuerdo con el comunicado 03649 de la Subprocuraduría de Justicia, fue encontrado en el interior de una camioneta tipo minivan Chrysler Town Country blanca, modelo 2002, recostado de lado, con manos y pies atados con cinta adhesiva que también cubría su rostro. El funcionario se encontraba cubierto por una cobija color amarilla y su ropa fue localizada en una bolsa de plástico. La Subprocuraduría informó que a simple vista no presentaba huellas de violencia, pero señaló que en el homicidio se utilizó un arma de fuego. La dependencia estatal no reportó ninguna línea de investigación, pero empleados de la Aduana indicaron que el crimen tiene que ver con las actividades ilícitas que están ocurriendo nuevamente en instalaciones fiscales donde los grupos delictivos intentan controlar el cruce de armas y mercancías al país. “En la garita del Km 72, los OCEs y personal de módulos vigilan la salida de vehículos y carga hacia el interior del país, esto es, los vehículos que dejan la franja fronteriza. Siempre ha sido un gran negocio este punto para el personal de aduanas porque se introduce mucho contrabando hacia el resto del país (como el contrabando de whisky que decomisó la PFP en días recientes), también se introduce mucha fayuca, autos, cajas de tratocamiones y tractocamiones chuecos”, denunciaron. “En este punto los OCEs traen de 500 a mil dólares diarios de mordidas y tratos que ya tienen establecidos con los contrabandistas. En la Aduana los OCEs ya pagan las comidas, las fiestas, los reventones, sin ningún tipo de disimulo. Estamos peor que nunca”, se enfatizó. Los inconformes señalaron que durante cinco semanas (febrero y marzo) estuvieron en la Aduana 10 funcionarios del área de Investigación Aduanera y Asuntos Internos que fueron enviados desde México a algunas aduanas y en particular a ésta, para investigar actos de corrupción de todo el personal. En esa supervisión detectaron varias irregularidades, como el hallazgo al jefe OCE del Puente Libre de mil dólares en efectivo y cerca de 10 mil pesos, así como dos radios Nextel en los que tenía grabados contactos con grupos de contrabandistas, se denunció. Asimismo, aparentemente se encontró que los nuevos OCEs tienen relación con diversos contrabandistas locales y que además sirven de “orejas”, ya que informan de los cambios de turno del Ejército o de la PF para evadir revisiones. “La cuota estándar es de 200 dólares por automóvil, pero puede variar dependiendo de la mercancía que se quiera introducir. Obviamente que como no te van a revisar puedes meter lo que sea, incluyendo armas, dólares o municiones”, afirmaron los empleados aduanales inconformes.