El Diario | 29-12-2010 | 20:44
La edad de las personas fallecidas oscilaba entre los 20 y 25 años, informó la Fiscalía General del Estado.
En el primer hecho violento fue reportada la muerte violenta de Osvaldo Santiago Espinoza, de 25 años.
La agresión ocurrió poco después de las 5 de la mañana en el cruce de las calles Valle del Bravo y Valle de Anáhuac, en la colonia Lomas del Valle.
Fue hasta las 05:40 que el personal de la Unidad Especializada en la Escena del Crimen llegó al lugar y procedió a levantar las evidencias físicas del homicidio doloso.
El joven presentó cuatro heridas punzocortantes en el tórax y la mano derecha, producidas al parecer por arma blanca.
A las 10:25 horas fue reportado el deceso violento de Adrián Briones González, de 20 años. La agresión ocurrió en las calles Palacio de Mitla y Durango, en la colonia Bosques de Salvárcar. En este sitio ya se han reportado otros hechos violentos.
El nuevo atentado fue en perjuicio del encargado de la vulcanizadora identificada como “El Pelón”. La persona estaba sentada en un sillón cuando un grupo de personas armadas llegó al negocio y disparó contra el trabajador.
Finalmente, vecinos de la colonia Chihuahua reportaron a las 11:00 de la mañana el hallazgo de la cabeza ensangrentada de un hombre que estaba sobre un cojín.
La extremidad superior estaba en el cruce de las calles Soto y Gama e Isla Guadalupe, en la citada colonia. El resto del cuerpo estaba en el interior de una finca abandonada.
Los agentes investigadores observaron la cabeza humana en la vía pública; luego los agentes municipales les indicaron que en el interior de una finca abandonada se encontraba el resto de la superficie corporal.
La víctima fue identificada como un hombre de complexión regular, tez morena clara, medía 1.70 metros de estatura y vestía una camisa anaranjada, un pantalón café y tenis negros.
Trascendió que esta persona fue privada de su libertad desde el pasado martes, sin embargo, esta versión no fue confirmada por las autoridades investigadoras.
Cabe destacar que la cobertura de los hechos violentos en la ciudad cada vez implica un mayor riesgo para los reporteros de los diversos medios de comunicación.
Ayer los periodistas fueron amenazados con ser arrestados por los elementos de la Policía Estatal de Investigación sólo por cuestionar los variantes procedimientos empleados en el acordonamiento de las escenas del crimen.
Los conflictos entre periodistas y oficiales van en aumento desde que están al frente de la Fiscalía General del Estado en la zona norte, los fiscales Jorge González Nicolás y Juana Castañeda.
Y pese a que ya se le explicó a González Nicolás los problemas surgidos entre el personal operativo y de Servicios Periciales con los periodistas, nadie toma cartas en el asunto.
El problema principal radica en la pretensión de los agentes estatales y peritos de retirar a los reporteros a una distancia extraordinaria del lugar donde ellos realizan el levantamiento de evidencias físicas y posteriormente del cuerpo de las personas fallecidas.
En múltiples ocasiones los reporteros han explicado que existe un respeto total a los cordones rojo y amarillo que colocan los policías municipales, y que no es responsabilidad de los periodistas estar en una zona que incomoda a los especialistas cuando son ellos quienes llegan de 40 a 60 minutos después del crimen.
Los investigadores se molestan cuando observan que los representantes de los medios de comunicación han entrevistado ya las familias de las víctimas y los testigos de los hechos.
Incluso, en varias ocasiones han sido los propios familiares de las personas fallecidas que piden a los reporteros captar la actuación de los peritos por la desconfianza que existe hacia ellos, ya que son los responsables de que revisar las pertenencias de las víctimas y son varios los casos donde los deudos aseguran que los fallecidos sufrieron el robo de efectivo o artículos personales.
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