Inoperante que haya una sola armería en todo el país

Blanca E. Carmona
El Diario | 29-12-2010 | 23:52

El hecho de que en México haya sólo una armería, manejada por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), es inoperante y denota la complacencia del Gobierno Federal en el contrabando de armas de Estados Unidos hacia este país, coincidieron en señalar abogados, legisladores y miembros de clubes de cazadores.

La única armería, conocida oficialmente como Dirección de Armas y Venta de Municiones, se ubica en el Distrito Federal en una base militar.

Para tener acceso a la tienda los clientes deben presentar una identificación válida, pasar a través de un detector de metales, acatar diversas medidas de seguridad y entregar los teléfonos celulares y las cámaras, de acuerdo a un reporte de The Wa-shington Post.

Para comprar un arma, los clientes deben dar referencias y demostrar que sus ingresos provienen de un trabajo honesto, así como no tener antecedentes criminales y cumplir con las obligaciones militares, si es que las tienen.

Además a los solicitantes se les toman las huellas digitales y fotografías.

De ser aprobados los compradores pueden llevarse sólo un arma de calibre pequeño y una caja de balas.

Al respecto la diputada federal, María Antonieta Pérez, dijo esto “afecta a la ciudadanía en general, a aquellos mexicanos que quieren poseer un arma para defensa en sus casas.

“Se deriva de que la Cámara de Diputados, por lo general, legisla de manera irresponsable, hace una ley y se olvida de la norma secundaria o modifica la Constitución y no hace la ley secundaria; o bien, no redacta el reglamento. Sólo se limitan a votar en el Pleno la generalidad y no trabajan en la instrumentación de esa legislación”, expuso.

Agregó que en el caso de los armamentos permitidos para los ciudadanos se autorizó calibre, tipo de armamento, pero nunca se habló de la distribución, capacitación y de la venta que tendría que haber hecho Sedena con los particulares.

El vicepresidente de la Confederación Nacional de Abogados de México en la Zona Norte, Héctor González Mocken consideró que al no contar el Estado con un sistema eficiente para la comercialización de armas “denota, de alguna manera, la complacencia de algunos funcionarios de la Secretaría de la Defensa Nacional en cuanto a la importación ilegal de esos artefactos”.

“Hay un reconocimiento tácito de la importación ilegal que hacen mexicanos en forma individual o las bandas delincuenciales; importan armas fomentando una industria que los norteamericanos han permitido”, indicó.

Dijo no dudar que fabricantes cabildeen con los legisladores mexicanos para que no se generen políticas y sigan las armerías en Estados Unidos generando la venta clandestina, que allá es legal.

Un miembro del club “Cazadores del Valle” refirió que viajar a la Ciudad de México para comprar un arma resulta un largo y costoso trámite. Mientras que adquirirla en El Paso es rápido y cinco veces más barato y además con la posibilidad de registrarla en la Guarnición de la Plaza sin previa investigación.

“Esa Ley está mal porque es difícil y es engorrosa. Primero se tiene que viajar hasta la Ciudad de México, hacer una solicitud ante la Sedena, en nuestro caso para uso deportivo; en caso de obtenerse la autorización, también se requiere una carta de traslado, y en cambio en El Paso, entre particulares se pueden comprar buenas armas y por 65 pesos en la Plaza local se pueden registrar”, señaló cazador quien pidió el anonimato por razones de seguridad.

Dijo que la mayoría de los miembros de los clubes siguen esta dinámica.

Mientras que el abogado Sergio Conde Varela, integrante de la Asociación Patria Nueva, señaló que para la comercialización de armamento por parte de civiles existe una serie de requisitos establecidos en un acuerdo de la Sedena y en la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos, muy difíciles de cumplir.

“Antiguamente se podían vender armas. Incluso en el Monte de Piedad se recibían estos artefactos y si no eran rescatadas por los acreditados, esa institución las vendía sin problema a cualquier ciudadano”, comentó.

También en la Ciudad de México había lugares pequeños que vendían armas, pistolas en especial, de bajo calibre como .22, .25 y.32. Pero después esto desapareció con la modificación de la ley, explicó.

Finalmente la diputada Pérez señaló que en el cuarto periodo de sesiones, ella presentará una iniciativa para que el Congreso le solicite al Poder Ejecutivo que por decreto se emita un reglamento para la venta y distribución de armas de calibres permitidos; así como la capacitación de los compradores por parte de la Sedena. Esto con el fin de remendar los errores de la Ley Federal de Armas de Fuego.