jueves 30 de diciembre de 2010
Frente a decenas de personas y a plena luz del día, un ex elemento de Seguridad Pública de Navojoa, fue asesinado con fusiles de asalto en el estacionamiento de Wal Mart; en el atentado también quedó sin vida un niño que se encontraba en el lugar.
La víctima, de acuerdo a información proporcionada en un comunicado por la Procuraduría General de Justicia en el Estado de Sonora (PGJE), fue identificada como Rodolfo Woolfolk Portillo, de 38 años, y tenía su domicilio en la colonia Sonora en la ciudad de Navojoa.
La otra víctima respondía al nombre de Alfonso Ramírez Piña, contaba con 10 años y tenía su domicilio en la colonia Morelos, en Ciudad Obregón.
A PLENA LUZ DEL DÍA
De acuerdo al boletín de la PGJE, los hechos se registraron a las 15:34 horas.
La escena del doble crimen se registró en el estacionamiento de Wal Mart, precisa el comunicado.
A la hora citada, Woolfolk Portillo fue interceptado por un grupo de pistoleros que le dispararon cuando pretendía subir a un auto marca Nissan tipo Sentra color gris con placas de circulación del Estado de Sonora que estaba estacionado en el centro comercial, según detalla el boletín.
Durante la agresión contra del ex agente de Policía, también resultó herido por un proyectil de arma de fuego Ramírez Piña, quien se encontraba en lugar y falleció después debido a la gravedad de la herida.
Acaba bala perdida con alegría de Alfonso
Una bala perdida terminó con la alegría que para Alfonso Ramírez Piña, de 10 años de edad, significaba tener un juguete nuevo y también acabó con su vida.
Según un tío del niño, éste había acudido con sus padres y su abuela paterna a la tienda Wal Mart, ubicada al Norte de Ciu dad Obregón a realizar algunas compras para el hogar donde le habían comprado un juguete.
Almorzaron en una tienda de comida rápida que se encuentra al interior del supermercado y salieron rumbo al estacionamiento, el pequeño decidió adelantarse y correr hacia el auto de sus padres cuando comenzaron los disparos.
Sus familiares se tiraron al piso, relató, y en un primer plano ubicaron al niño que yacía tirado en el suelo pero nunca imaginaron que había fallecido víctima de una bala detonada por el arma de un desconocido.
“Toda la familia estamos en shock, ni nosotros y mucho menos sus padres lo pueden creer, yo estaba en el trabajo cuando me avisaron, mi cuñada está muy mal y también mi hermano”, expresó.
En la vivienda de la familia los amigos y seres queridos empezaban a llegar impactados por la noticia. Recién se habían enterado. Era difícil creer la manera en la que el pequeño falleció.
El pequeño estudiaba el quinto año de primaria en el Instituto Iodi de esta ciudad y según sus primos era un niño estudioso al que le había ido muy bien en los últimos exámenes.
Alfonso será velado en el domicilio de sus padres en la colonia Morelos y será sepultado mañana por la tarde, según información de familiares. Hasta ayer ninguna autoridad había tenido acercamiento con la familia.
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