Los hombres fueron identificados como Emilio Valenzuela Osorio, de 24 años de edad; así como Jesús Manuel Báez Díaz, de 29 años de edad. Autoridades dieron a conocer que los ejecutados eran nacidos en Sinaloa.
Lamentablemente un pequeño de dos años de edad, identificado como Jesús Beltrán Rábago, se encontraba jugando en el patio de su casa, cuando en pleno conflicto balístico se vio afectado, un sicario se equivocó y disparó contra el cuerpo del pequeño inocente, dejándolo muerto.
Los padres del niño sufrieron una fuerte crisis nerviosa al percatarse de que Jesús estaba tendido junto a sus juguetes.
Autoridades de Caborca llegaron al lugar de los hechos, más tarde un fuerte operativo en busca de los criminales comenzó por diferentes lugares de Sonora.
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