Eleazar Reza
El Diario | 13-12-2010 | 17:01
El Diario | 13-12-2010 | 17:01
En un acto simbólico, decenas de médicos tomaron las instalaciones de la Fiscalía Zona Norte para exigir a las autoridades poner un freno a la violencia que mantiene en jaque a Ciudad Juárez.
Mensajes como ‘Juárez vive, no más muertes’, ‘Auxilio, Juárez agoniza’, ‘Gobierno, dónde estás’ y ‘No más impunidad’ enmarcaron la manifestación de galenos en las escalinatas del edificio que alberga las oficinas estatales, en eje vial Juan Gabriel.
En el lugar, los profesionistas portaron batas ensangrentadas y procedieron a tirarse en el piso como una señal de protesta por los colegas que han sido victimados en la narcoguerra que se libra en la frontera. Luego las colgaron en un tendedero.
“No es justo que con tantas muertes no se investigue, y los presuntos asesinos se liberen”, cuestionaron, en tanto que el fiscal Jorge González Nicolás cedía a una entrevista con un grupo representativo y con la ausencia de la prensa, lo que fue rechazado por los protestantes.
Esto sucede mientras una treintena de médicos se encuentran reunidos, a puerta cerrada, en el edificio del Sindicato Nacional de Trabajadores del IMSS, Sección 8, donde se analiza los medios jurídicos para dejar de prestarle atención a los maleantes reincidentes.
Mensajes como ‘Juárez vive, no más muertes’, ‘Auxilio, Juárez agoniza’, ‘Gobierno, dónde estás’ y ‘No más impunidad’ enmarcaron la manifestación de galenos en las escalinatas del edificio que alberga las oficinas estatales, en eje vial Juan Gabriel.
En el lugar, los profesionistas portaron batas ensangrentadas y procedieron a tirarse en el piso como una señal de protesta por los colegas que han sido victimados en la narcoguerra que se libra en la frontera. Luego las colgaron en un tendedero.
“No es justo que con tantas muertes no se investigue, y los presuntos asesinos se liberen”, cuestionaron, en tanto que el fiscal Jorge González Nicolás cedía a una entrevista con un grupo representativo y con la ausencia de la prensa, lo que fue rechazado por los protestantes.
Esto sucede mientras una treintena de médicos se encuentran reunidos, a puerta cerrada, en el edificio del Sindicato Nacional de Trabajadores del IMSS, Sección 8, donde se analiza los medios jurídicos para dejar de prestarle atención a los maleantes reincidentes.
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